Ubicada en el extremo este de Brooklyn, cerca de la vibrante Brighton Beach, Manhattan Beach es el orgullo y la joya de un distrito que comparte su nombre. Esta zona, que alguna vez fue anunciada como uno de los principales complejos turísticos de lujo de Nueva York a finales del siglo XIX, debe su desarrollo al estimado empresario Austin Corbin. Su visión condujo a la construcción de un ferrocarril, que eventualmente evolucionó hasta convertirse en el sistema de metro, y estimuló el crecimiento de opulentos hoteles, casinos e incluso un hipódromo a lo largo de la costa. Aunque el atractivo de Manhattan Beach como centro turístico ha disminuido con el tiempo, conserva su condición de prestigioso enclave residencial. Hoy en día, cuenta con elegantes mansiones de lujo, un parque bien cuidado con áreas de juegos infantiles y canchas de tenis, escuelas de primer nivel, una guardería exclusiva y, por supuesto, una playa de arena bellamente equipada. Esta playa sigue siendo un refugio querido tanto para los neoyorquinos como para los visitantes, ya que ofrece un escape sereno del bullicio de la ciudad.